Una fuerte crísis es la que se habría desatado en la interna de la selección dominicana que viajó este jueves a Ningbo, donde competirán en la primera ronda de la Liga Mundial de Naciones. Esto luego de que el entrenador brasileño, Marcos Kwiek, presentara su renuncia al cargo.
A pesar de que Kwiek se encuentra en el grupo que ha viajado a China, el técnico dejó hace dos días su carta de renuncia en las oficinas del Proyecto Nacional de Selecciones Femeninas que se encuentra bajo la supervisión de Cristóbal Marte.
Según fuentes del medio “El Nacional”, aseguraron que la renuncia de Kwiek fue provocada por la presencia en cancha de la central y atacante de la selección, Brayelin Martínez, en el quinto y decisivo partido de la final de la Liga de Voleibol que finalmente se llevó el equipo de “Las Caribeñas”, para coronarse campeonas.
El técnico brasileño no se encontraba de acuerdo con que Martínez participara del torneo con las Caribeñas. Kwiek alegaba que su central tenía una fuerte carga de trabajo y que la quería descansada para el reto que tiene con su selección en la Liga de Naciones.
Brayelin reforzó en la Liga profesional de Italia y luego volvió a su país donde estuvo cerca de un mes descansando. Pero estuvo entrenando cada noche con su equipo porque, según los informes, quería jugar para mantenerse en forma. Además también lo veía como una forma de “compromiso” de pago que le había la gerencia del conjunto que la acogió.
“Marcos advertió a Brayelin que si ponía un pie dentro de la línea de juego, que se considerara suspendida de la selección y siempre se opuso a que se uniformara, a pesar de que la gerencia del Proyecto de Selecciones Nacionales dio luz verde para jugar en el torneo a todas las jugadoras de la selección y del Proyecto en general, siempre que no estuvieran lesionadas o reforzando en las ligas profesionales del extranjero”, reveló la fuente consultada por El Nacional.
Sin embargo este conflicto no solo involucra a Martínez. Esto debido a que el brasileño puso como condición que para continuar al frente de la selección, los responsables del Proyecto Nacional tenían que sancionar de manera ejemplar a la jugadora. La sanción también debería caer sobre el cuerpo técnico de las Caribeñas que hizo jugar a Brayelin.
La crisis generada por la renuncia de Marcos Kwiek ha provocado que Cristobal Marte y Alexis García, presidente de la Federación Dominicana de Voleibol, se reunieran ayer con carácter de urgencia con Cruz para hablar del asunto. Hasta el momento no se ha confirmado el acuerdo de dicha reunión.
Otra fuente confiable consultada por El Nacional afirmó que Brayelin quería jugar, que el técnico Cruz y la gerencia de Caribeñas querían utilizarla y que Cristóbal no se oponía a que lo hiciera. Pero como ya conocían de la “amenaza” del técnico de la selección, esperaron hasta el último momento para buscarle una salida a la situación, pero que Marcos se opuso tajantemente.
“La gerencia de las Caribeñas pagó cada centavo del acuerdo que estableció con la jugadora y por eso se veía con el derecho de ponerla en cancha. Ella misma siempre quiso jugar para estar en forma física y técnica y además honrar el compromiso”, aseguró. Afirmó que de por medio siempre estuvo la apoderada de otro equipo, influenciando sobre Marcos y Cristóbal.
FUENTE: El Nacional
