El capitán estadounidense revela sus planes de continuar con la selección al menos otros cuatro años

Los medallistas de bronce de Estados Unidos en París 2024 podrían experimentar un cambio generacional durante los próximos años, ya que muchos de los deportistas que llevaron al equipo al podio en la capital francesa a principios de mes están evaluando actualmente el futuro de sus carreras internacionales, pero el capitán Micah Christenson no es uno de ellos.

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El armador de 31 años, que tuvo su tercera aparición olímpica y ganó su segunda medalla de bronce en París, ha revelado que quiere estar con el elenco nacional masculino de su país cuando sean anfitriones en Los Ángeles 2028.

“Si me aceptan, estaré allí”, dijo en una entrevista con Hawaii News Now. “Si me aceptan, me encantaría. Es en nuestro propio patio trasero y cada atleta sueña con terminar su carrera olímpica en su país de origen, frente a sus fanáticos, familiares y amigos, así que me encantaría estar allí. Ya estamos clasificados como país anfitrión, por lo que no hay mucho trabajo duro que hacer para clasificar, pero sí habrá mucho trabajo duro para ganar una medalla. Es un largo camino por delante, pero estoy 100% planificado para estar allí”.

Sin embargo, antes de centrarse plenamente en los Juegos del 2028, Christenson y sus compañeros norteamericanos intentarán darle a su país su primer título mundial en casi cuatro décadas el próximo año, cuando Filipinas sea sede del campeonato Mundial de Voleibol Masculino FIVB 2025 (EE. UU. ganó su primer y único título en 1986).

En Asia, el armador podría reencontrarse con los apasionados fanáticos filipinos, que le causaron una gran impresión a inicios de este año, durante la Liga de Naciones.

“Jugué frente a los fanáticos filipinos por primera vez este año y fueron increíbles”, reveló la armadora. “Pero Japón siempre ha sido uno de mis lugares favoritos, así que diría que Japón o Filipinas tienen los mejores fanáticos”.

La estrella opuesta italiana entregó 22 puntos en la final ante Estados Unidos y se coronó como la MVP del torneo en París 2024

Una de las principales razones para que Italia ganara su primera medalla de oro olímpica en voleibol femenino en los Juegos de París 2024, fue la atacante estrella opuesta Paola Egonu quien terminó siendo seleccionado como la Jugadora Más Valiosa (MVP) del torneo, que finalizó el último domingo.

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La opuesta de 25 años fue fundamental para que las italianas tuvieran una campaña invicta de seis triunfos para quedarse con el título, terminando el torneo como su segunda mejor anatodado con 110 puntos (95 remates, siete bloqueos y un ace). Jugando en sus segundos Juegos Olímpicos, fue particularmente importante en su barrida sobre Estados Unidos en el partido por la medalla de oro, anotando 22 puntos.

Hace poco más de un mes, la opuesta también había sido reconocida como la MVP de la Liga de Naciones 2024, cuando llevó a Italia a ganar el torneo por segunda vez en tres años.

Egonu fue una de las cinco jugadoras italianas seleccionadas para el “Dream Team” de París 2024: la formación ideal también contó con una jugadora de Estados Unidos, medallista de plata y otra de Brasil, medallista de bronce.

Jugadora Más Valiosa del Dream Team de París 2024 : Paola Egonu (Italia)
Mejor armadora: Alessia Orro (Italia)
Mejor opuesta: Paola Egonu (Italia)
Mejores atacantes exteriores: Myriam Sylla (Italia) y Gabriela ‘Gabi’ Guimarães (Brasil)
Mejores bloqueadoras centrales: Anna Danesi (Italia) y Chiaka Ogbogu (EE. UU.)
Mejor líbero: Monica De Gennaro (Italia)

Las europeas se llevaron su primer oro olímpico en París con seis victorias y solo un set perdido

Italia se unió a un exclusivo y prestigioso grupo de campeonas olímpicas de voleibol femenino este domingo, al vencer en los Juegos de París 2024, poniendo un final sorprendente a 16 días de exhibiciones y atmósferas increíbles en la Arena 1 de París.

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El equipo número uno del ranking mundial FIVB, mantuvieron la excelente forma que mostraron durante todo el torneo para vencer a las campeonas de Tokio 2020, Estados Unidos, en sets corridos (25-18, 25-20, 25-17) en la final del torneo.

Con su victoria en París, Italia es ahora la séptima nación en tener medallas de oro olímpicas entre las mujeres, uniéndose a la ex URSS (cuatro), China (tres), Cuba (tres), Brasil (dos), Japón (dos) y Estados Unidos (una).

El oro conseguido en París fue también la primera medalla olímpica de la historia para las italianas en voleibol femenino: necesitaron siete intentos para conseguirlo y lograron alcanzar la ronda de medallas por primera vez en la capital francesa. La líbero Monica de Gennaro estuvo con el equipo en sus últimas cuatro campañas y celebró el momento más importante del voleibol italaiano hasta la fecha.

“Esto es realmente especial”, dijo. “Era el sueño de todas nosotras jugar una final y ganarla, es algo realmente único. Hemos trabajado duro durante tantos años para llegar a esta final y poder vivirla y conseguir el oro, es realmente increíble. Durante mi carrera, he trabajado todos los días con el objetivo de mejorar y prepararme para este momento y esta es una gran recompensa por todo el duro trabajo que hemos hecho”.

Las italianas estuvieron impecables durante los 16 días de competición en París y se adjudicaron el título con una campaña invicta de seis victorias y solo un set perdido.

“Estamos muy emocionadas y felices por todo lo que pasó”, reaccionó la central Sarah Fahr. “Estoy muy orgullosa de todas las integrantes del equipo porque esto es algo que hemos estado intentando lograr durante mucho tiempo. No esperábamos jugar tan bien contra oponentes tan fuertes, pero simplemente intentamos mantenernos concentradas en cada momento y aceptar lo que se nos presentara. Tenemos este pequeño mantra de ‘estar aquí y ganar’ en nuestro equipo y realmente lo tomamos paso a paso y eso nos hizo más fuertes y listas para enfrentar cualquier situación como equipo”.

Para Estados Unidos, conseguir la medalla de plata significó su quinta aparición consecutiva en el podio luego de conseguir la plata en Pekín 2008 y Londres 2012, el bronce en Río 2016 y el oro en Tokio 2020. Su plantel en París contenía nueva campeonas olímpicas de Tokio, incluso la atacante Jordan Larson, que estuvo presente en las últimas cuatro campañas olímpicas del equipo.

“Es agridulce, pero sobre todo dulce”, añadió la central Haleigh Washingon . “Es un trofeo y es el segundo mejor del mundo. Pasamos por muchas adversidades y salir de este torneo con un trofeo es realmente genial. Hay que aprovechar las victorias cuando se pueden conseguir. Definitivamente, tenemos la sensación de que podríamos haberlo hecho mejor en la final. Pero poder representar a los Estados Unidos de nuevo y poder competir a un nivel tan alto y aún así obtener un resultado, me emociona”.

La estrella opuesta Paola Egonu cumplió su papel a la perfección en el partido por la medalla de oro, liderando la ofensiva italiana con 22 puntos. Las atacantes Myriam Sylla y Caterina Bosetti también tuvieron una sólida actuación anotadora, sumando diez y nueve puntos respectivamente.

“Intentamos jugar nuestro juego y mantenernos estables durante todo el partido”, dijo Egonu. “Nuestro cuerpo técnico hizo un gran trabajo para mantenernos tranquilos y concentrados desde el primer partido. Fue un viaje hermoso y es realmente difícil de describir. Significa mucho para el voleibol italiano y demuestra que estamos trabajando de la manera correcta”.

Los italianos fueron más efectivos que los estadounidenses en todas las habilidades de puntuación, superando a sus oponentes en remates (45 a 35), bloqueos (11 a cero) y ases (siete a tres), lo que hizo que sus mayores números de errores (17 a 12) no tuvieran mucho impacto en el partido.