La derrota en la última final del Campeonato Nacional motiva a los Cornhuskers a ser mejores esta temporada
Nebraska quien tuvo un año casi perfecto en el 2023, desde estableccer un récord de asistencia en deportes femeninos en Estados Unidos con más de 90,000 aficionados viendo un partido en el Memorial Stadium, hasta ganar su cuarto título de voleibol femenino Big Ten, no pudieron conseguir el títutlo y ahora buscan mejor suerte esta temporada.
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El equipo avanzó hasta la final del campeonato Nacional con 33 victorias y solo una derrota, pero terminó dominado por el Texas que les negó su sexto título nacional en Tampa, Florida.
A pesar de todos los recursos positivos, es esta última derrota en la final la que quedó grabada en la mente de las atletas y los miembros del cuerpo técnico. Ahora, al iniciar una nueva temporada, se utiliza como combustible para ponerse en posición de ganar nuevamente el título nacional.
“Somos el equipo más motivado del país en este momento”, dijo la atacante Lindsay Krause. “Dejamos mucho en la cancha y creo que todos estamos muy entusiasmados. Creo que estamos equilibrando las cosas estancadas en el pasado y, al mismo tiempo, utilizándolas para impulsar nuestro futuro. Creo que hemos encontrado ese equilibrio saludable y creo que eso es lo que realmente nos emociona a todos para volver al gimnasio”.
Desde su último título nacional, en 2017, Nebraska ha vuelto a la final en tres oportunidades (2018, 2021 y 2023), pero no ha podido volver a levantar el trofeo. Para el entrenador John Cook, solo hay una forma de lograr su objetivo en 2024.
“Lo que realmente tengo en mente ahora es cómo vamos a mejorar nuestras habilidades del año pasado”, reflexionó. “Entonces, ¿cómo vamos a convertirnos en un mejor equipo de servicio, un mejor equipo de pases? El año pasado fracasamos en las finales, y hubo otras veces en las que fracasamos, así que ¿cómo vamos a mejorar en esas áreas? Y también hacerles entender cuánta competencia habrá este año. Cada partido será un partido muy desafiante en diferentes sentidos”.
La competencia en el Big Ten ha hecho tendencia a ser más fuerte que nunca esta temporada, ya que cuatro equipos muy fuertes de la Costa Oeste (UCLA, USC, Oregon y Washington) ingresaron a la conferencia, lo que hace que lo que ya era una división altamente competitiva sea aún más desafiante.
“Creo que vamos a poder ver a equipos que no hemos visto jugar entre sí con mucha frecuencia”, reaccionó la armadora senior Kennedi Orr. “Sé que cuando yo era niña, especialmente muchos equipos ganaban campeonatos nacionales como UCLA, Washington, y ahora podemos verlos integrados en la Big Ten, y creo que eso es realmente genial. Estoy muy emocionada por ver la competencia. Va a ser un año increíble”.
Hasta ahora, Nebraska ha manejado bien la competencia, ya que tiene 14 victorias y solo una derrota esta temporada y está invicto en el juego Big Ten con cuatro victorias, habiendo superado ya a UCLA y USC.